El otoño ha llegado a nuestra guardería y nuestros pequeños han experimentado sensorialmente con elementos otoñales. Han explorado el tacto de las hojas, su aroma, las han lanzado al aire y finalmente las han pisado. Además, han aprendido las cualidades de duro y blando gracias a los alimentos característicos de esta estación: manipulando su piel, viendo cómo son por fuera, por dentro, oliéndolos e incluso probándolos. ¡Qué divertido es aprender!